Mi nombre es John,¿ y el tuyo, señorita? (priv. Juvia)

Recuerdo del primer mensaje :

Allí se encontraba John...¿qué como habría llegado a aquel lugar? Muy sencillo, el chico tenia una perfecta orientación y escuchando las indicaciones de Eve, la granjera supo que allí podría encontrar algún lugar donde vendiesen hortalizas para poder hacerse una ensalada. La verdad es que aunque fuese cazador, pasearse por allá siendo un "ciudadano" mas, le gustaba, decía que trabajaba para una Alada metamorfa que era granjera...y la verdad es que aquello no era mentira, estaba allí por un pequeño altercado que su amiga Seika y ella habían tenido.
Y ahora que estaba en su "tiempo libre" decidió encontrar aquel lugar para buscar gente agradable que le vendiese aquellas hortalizas...o comida...o cosas en general que le gustase al muchacho.
Sus rubios cabellos como siempre desordenados se movían con cada alegre paso que daba, y su eterna sonrisa hacia que la gente se contagiase de aquella alegría que el muchacho irradiaba. A su espalda se encontraba la vaina de su espada la cual tenia la empuñadura con forma de dragón, irónico siendo un metamorfo tigre...pero bueno, John caminaba con las manos en los bolsillos...tenia la sensación de que aquel día, algo nuevo le pasaría.

John se sorprendió al notar que la muchacha se le había lanzado a los brazos, el rubio sorprendido únicamente pudo abrazarla entre sus brazos para luego estrecharla suavemente entre ellos; un doble amor a primera vista...aquello había sido muy, muy extraño...pero John no se arrepentía de lo que sentía. No conocía a Juvia era cierto, pero como ella decía, era mejor conocerse un poco para que luego el otro diese un primer paso.
-Estoy de acuerdo en que ambos tenemos que conocernos mejor, y créeme no me arrepentiría de querer a alguien como tú, Juvia....bueno, como se hacen estas cosas...ya sabes...¿como se conoce la gente?...¿quieres venir a mi cabaña algún día y allí tomar el té mientras charlamos y nos vamos conociendo mejor?-preguntaba John intentando pensar la mejor forma para poder conocer de mejor forma a la mujer que estrechaba en aquel instante contra sus brazos.

Ahora mismo se sentía en un sueño, y si eso era... no quería despertar jamás, nunca jamás. Se acurrucaba entre los brazos del rubio de orbes verdes y cristalinos. Le besó con suavidad las mejillas totalmente sonrojada mientras apegaba más su cuerpo al del contrario-Juvia estaría agradecida de ir a su cabaña, tú estás invitado al departamento de Juvia cuando gustes, John-Sama~- Decía mientras corazones completaban todo el paisaje, Juvia estaba muy enamorada en este momento, un doble amor a primera vista no se veía todos los días.

Observó detenidamente al rubio, aquellos ojos... se perdía en ellos. Empezó a jugar con los cabellos del chico mientras una sonrisa se presentaba en los labios de la joven...

John se quedo bastante sorprendido ante el beso en la mejilla que ella le dio, y a su vez suspiro perdido en aquella mujer, setenta años buscando a alguien que le hiciese sentir bien y aquello había sido...amor a primera vista...no solo por su parte, sino por la de ella también...eso quería decir que por muy alegre que John fuese y muy triste que pudiese parecerle Juvia a John cuando ella no sonreía, los dos no eran muy diferentes. Ella viviría con sus propias penas, y John tenia su propia maldición...pero en aquel momento no existía maldición, no existía miedo, no existían las penas.
Solo existía ella.
O al menos así, se sentía John.

-Seria un honor para mi ir a tu departamento algún día, Juvia-susurro John en respuesta a la muchacha.
Cuando ella jugaba con sus mechones de pelo y clavaba en ella sus ojos el chico no pudo evitar sentirse avergonzado, su sonrisa se dibujo tímida mientras la miraba también, aquella sonrisa le estaba haciendo perder la cordura.
-Esa sonrisa es demasiado hermosa, Juvia, como tú.

La azulina estaba encantada con cada momento que pasaba junto al rubio, aquella sensación era tan hermosa, no quería separarse de él nunca, rogaría porque nadie lo separe de su lado, totalmente pelearía por él sea como sea, la primera vez que sentía algo tan fuerte, algo tan intenso, el latir acelerado de su corazón.

-Juvia tendrá sus puertas abiertas especialmente para ti, John-Sama~- Al sentir que sus miradas se cruzaron se paralizó completamente, quería detener aquel momento y capturarlo en su memoria-¿Eh?...- Se sobresaltó al escucharle, ¿su sonrisa?. Se tocó los labios y una más amplia sonrisa de satisfacción, más bien una suave y sincera sonrisa... se hizo presente en sus labios.

-También tendrás las puertas de mi hogar abiertas.
John agarro con suavidad la mano de ella y comenzo a caminar como intentando que ella le siguiera, si estaban parados durante mucho tiempo el acabaria intentado besar los labios de ella...no era una mala idea pero, en aquel momento no es lo mejor que podia hacer, tenia que conocerla mejor...por muy amor a primera vista que hubiese sido, necesitaba saber que ella estaria ahi siempre para él, tanto como lo estaria el para ella...siempre y cuando Juvia lo quisiera.

-Demos un paseo, supongo que tendras preguntas sobre mí...-John se quedo callado un momento y luego la miro sonriendole ampliamente-...Por que quiero conocerlo todo sobre ti, Juvia.
La mirada del chico seguía clavada en ella mientras el caminaba, tras eso comprobó que todo seguía en orden, su mochila a su espalda y su espada también...milagrosamente no había perdido su chaleco y su corbata estaba bien descolocada como a el le gustaba.

Rió levemente y empezó a caminar con el chico, entrelazando sus dedos con los del rubio, aquel tacto le hizo sentir mariposas en el estómago, sus manos juntas hizo que su corazón no parara de latir de esa manera tan acelerada. De ser por ella ya le hubiera robado un beso a aquel chico, pero sería demasiado... DEMASIADO pronto para ella, se hubiera vuelto agua si aquello hubiese pasado.

Empezó a pensar, sí tenía muchas preguntas, pero no tenía ni la más mínima idea de cómo empezar si siquiera sabía qué preguntar primero-Bueno pues... por dónde empezar...- Ladeó la cabeza mientras observaba el cielo sin saber muy bien, hasta que decidió decirle sobre ella y preguntarle a él sobre lo mismo-Bueno, Juvia trabaja en la cúpula como Vigilante, ¿tú en qué trabajas?-.

Juvia era demasiado linda a los ojos verdes de John, aquella pregunta no le sobresalto, pero por una vez debía romper la única regla que Stear le había puesto para que pudiese pasearse por la cúpula. No debía decirle a nadie que el era un cazador...aunque la verdad, eso de cazador, a John no le pegaba en absoluto, puesto que el chico de rubios cabellos era demasiado amable, adoraba la paz y la tranquilidad...y sabia que los Cazadores querían que la cúpula cayese...pero John no, el era diferente...Byakko le había hecho ver la luz en un mundo de sombras.
-Pues...no quiero que te asustes, pero...-suspiro mirándola y susurro con suavidad para que ellos dos fueran los únicos que lo escuchasen-...Soy un cazador...pero no quiero hacer nada malo en la cúpula, es mas quiero proteger la cúpula...y ahora mas que nunca...porque he encontrado una persona por la que daría la vida...ademas te lo cuento porque quiero ser sincero contigo...Juvia...nadie mas que una persona que me encontró sabe que soy un cazador...si te lo cuento es porque...confió en ti.

La espera por la respuesta del chico le inquietaba, quizás no debió preguntarle, ¿acaso no quería decirle a ella lo que era? ¿le inquietaba o molestaba decirlo?. Se sentía una mala persona al haberle preguntado, hubiera sido mejor que él hubiera comenzado, ah no por favor, no quería que él se alejara de ella. Se aferró con fuera al brazo del chico en forma de evitar que se fuera por las dudas.

Al escucharle se sobresaltó, ¿había oído bien? ¿un cazador?... aunque lo que hacía seguramente se tomaría como traición, Juvia tan sólo negó rápidamente y observó al chico sonriente-¡Mientras no le desees mal a la cúpula estará bien!- Decía en manera de animarle, aunque seguramente se convertiría en una renegada, la echarían de la cúpula si se relacionaba con un cazador... lo pensó bien, ¿y si le pedía al chico que se afiliara a la cúpula para estar más tranquilos...?, no, era muy pronto el pedírselo así tan directamente, no quería exigirle algo, aunque hubiera sido amor mutuo a primera vista, no le gustaba exigir las cosas-E-Entonces... ¿Vives con alguien, te acompaña alguien o prefieres estar sólo?, Juvia vive sola en un apartamento en la ciudad, y normalmente se la pasa caminando sola, bueno... toda su vida...-.

-No le deseo el mal a nadie, de echo me encargo de proteger la tranquilidad de sitios como la cupula...la gente me tacho de malo por mi pasado-decia suspirando mientras luego echaba una ligera risa al escuchar a la chica hablar; la verdad es que aquella voz era tan dulce, tan agradable que hacia que el interior de John se sintiese calido y muy querido por su parte, de verdad que se habia enamorado locamente de aquella chica nada mas verla.
Cuando le pregunto por si vivia solo la verdad es que John no sabia que contestarle, Hawk era un vaivén de idas y venidas en su casa, siempre era bienvenido, pues al fin y al cabo sin contar a Byakko...John consideraba a aquel demonio, su mejor amigo. Al igual que empezaba a ver a Seika de la misma forma, pues al fin y al cabo, aquella metamorfa habia sido la primera persona con la que habia entablado relacion.

-Pues depende del dia, a veces vivo solo y a veces en compañia, esos dias no te aconsejo venir a casa, todo se vuelve un caos...Hawk es demasiado brutito a , mi hobby es la meditación y siempre ando solo...ya sabes la gente no puede saber que soy cazador, asi que me oculto de ellos...y cuando me encuentran, me hago pasar por un habitante...en un futuro, las cosas no seran asi, estoy seguro.

La chica le escuchaba atentamente, que el contrario no quisiera problemas era genial, entonces podría ser más fácil todo esto, aunque la pregunta era por qué era un cazador si no quería hacer nada... por qué no mejor... simplemente se convertía en un trabajador u habitante normal de la cúpula. Negó rápidamente, no quería hacer sentir incómodo al chico a su lado, no quería alejarlo para nada.

Asintió al escucharle y observó a su alrededor, se iban a acercar a la ciudad y ella tenía que marcharse a seguir su segundo turno de vigilancia en poco, no quería dejarle en ese momento pero tenía que hacerlo, tenía que despedirse adecuadamente...

Sacó un papel y un lápiz y anotó su dirección y su número, lo guardó en el bolsillo del chico y prosiguió a besarle la mejilla para despedirse-Juvia debe irse ahora mismo, allí hay información para que se vuelvan a encontrar y juntar, eres bienvenido al hogar de Juvia...- Dijo mientras se iba corriendo rápidamente, no quería que le regañaran por llegar tarde y que otro vigilante tuviera que quedarse más tiempo.

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