Apoyado en la puerta de la entrada a la estación se encontraba el pelirrojo, él en completo silencio, mientras los que entraban y salían hablaban y hablaban unos a otros mientras que G solo escuchaba un mudo sonido, mostrando su inconformidad y estrés -Este será de esos días aburridos- Ese era el pensamiento que transitaba por la cabeza del vampiro el cual escapaba de sus labios en una forma mucho menor en comparación con las otras personas. Como ya era costumbre en horas de trabajo el vampiro sacaba un cigarrillo de su bolsillo y lo depositaba entre sus labios, encendiendo posteriormente, resopló dejando escapar el humo que yacía en su boca para retirarse de ese lugar.

Justo cuando perdía esperanzas en todo recordó aquella carta, en la cual decía que su alumna volvería. Esto animaba de sobremanera al vampiro, él disfrutaba de enseñar a su sobresaliente alumna, tal vez porque no era tan complicado y captaba rápido, lo cual era una valiosa cualidad. Sin embargo aun tenía que pensar en qué ocupar su tiempo mientras ella llegaba, un lugar en el que pudiera estar tranquilo y descansar un poco y sobre todo donde no pudiera fumar libremente,cosa que le disgustaba, pero no podía evitarlo, el estrés era tanto que simplemente tenía la necesidad de usar esos pequeños agentes del cáncer, que desde luego no le preocupaba usar.

Al final encontró reposo en la una silla de la biblioteca, apoyando sis pies sobre otra silla y su codo derecho en la mesa, dirán ¿Cuál es la necesidad de subir los pies sobre otra silla? Simple, él siempre pensó que los pitufos/enanos siempre deambulaban por la biblioteca causando desastres, por eso se mantenía lejos del suelo, al final dejó el cigarrillo en el cenicero que estaba sobre la mesa, pues algo perturbó su momento de tranquilidad, si justo después que su cigarrillo quedó en el cenicero una chica pelirroja calló sobre él, provocando que los dos cayeran al suelo, la chica quedó sobre él, el vampiro no alcanzó a verla sino hasta que abrió los ojos una vez que calló, frente a sus ojos vio a Uri, oculta en su cuello y completamente desnuda, por lo que el vampiro negó sonriendo -Yo se que la tierra está muy contaminada y hace calor, pero esa no es excusa para no levar ropa- Sus bromas comenzaban, como siempre, no sería él mismo si no bromeara. Abrazó a su alumna, demostrando el cariño que sentía por ella, luego la soltó y desvió su mirada, como si estuviese resentido -Ya te he dicho que los modales son primero y antes de cualquier cosa debes saludar educadamente- El vampiro como forma de reprimenda le dió un pequeño empujón con su dedo indice en la frente de la pelirroja -Que no se repita- Esperó las disculpas de la pelirroja resistiendo sus ganas de abrazarla y sus instintos masculinos al tener a tan hermosa mujer desnuda

vestimenta:

El agudo dolor que provocaron las garras ajenas en su pecho le hizo entrar en razón y le hizo llevar su mirada hacia el suelo, al estar su mirada en el suelo no pudo ver el cuerpo desnudo ajeno con claridad al ponerse de pie la fémina, únicamente podía ver sus pies descalzos. Antes de que pudiera decir algo al respecto la pelirroja se adelantó, las palabras ajenas lo llenaron de remordimiento y unas ganas inmensas de cumplirle cada capricho que le pidiera, pero como su maestro y modelo a seguir no podía sucumbir ante sus encantos, una guerra interior estallaba en la cabeza del vampiro, por una parte estaba el increíble apreció que le tenía y el cariño hacia ella, sin mencionar los sentimientos ocultos y claro está su hormonas masculinas que se desataban cada que la veía, sobre todo al ser sorprendido con ella sin prenda alguna y por otra parte estaba su deber como maestro, todo un dilema ante él.

No pudo reaccionar para más, mientras la chica daba sus últimas palabras, el vampiro fue desabotonando su camisa de apoco hasta que esta quedó completamente desabotonada, dejando ver el cuerpo en excelente forma del vampiro, se puso de pie, se acercó a ella mientras se quitaba la camisa, con un abrazo colocó la camisa sobre el cuerpo desnudo ajeno y un beso en la frente de la fémina fue la esperanza de G para satisfacer las necesidades de su querida alumna -Me alegro mucho de verte Uri- Inmediatamente después de abrazarla abrochó la camisa ajena hasta antes de llegar a sus pechos, la miró a los ojos y le sonrió -Hace mucho frío aquí por el aire acondicionado, no quiero que te resfrías- Un nuevo abrazo se hizo presente, esta vez de forma más protectora, más cariñosa, pero más que nada más sincera, denotando de manera leve sus sentimientos hacia ella -¿Tuviste un buen viaje? Apuesto a que te dieron tus maltratos por esa costumbre de polizona que tienes- El vampiro suspiró sonriendo -Yo mismo hubiese ido a traerte si me hubieses avisado con anterioridad- El vampiro acariciaba el cabello ajeno con tranquilidad y delicadeza -Por cierto, la próxima vez que aparezcas desnuda frente a mi- A pesar de la amenaza que se avecinaba continuaba con las caricias cariñosas -Te castigaré severamente, no es de señoritas aparecer desnudo frente a un hombre mayor, acabarás siendo secuestrada o peor, podrías ser objeto de perversidades- Jaló las mejías ajenas haciendo que la cabeza ajena se moviera de un lado a otro -Yo me volveré asesino porque molería a golpes al que te legue a hacer daño- Claro, todo con ánimos de bromear pues mientras su acto dramático estaba a flote, no podía evitar sonreír.