Marck me habia encargado el entrenar a un joven chicho chaman,  ¿Por qué rayos me mete Marck en sus asuntos de profesor?  Tal vez porque puede y porque no le interesa nada lo que yo piense al respecto, después de todo es el quien me mantiene vivo asi que puede hacer lo que quiera conmigo, pero eso no le da derecho a usarme de niñera de un mocoso que no sabe como usar sus poderes,  habría sido interesante si el no me hubiera dicho que no podía matarlo, todo este asunto de profesor bueno en verdad no me gusta, ¿Qué profesor no puede matar a sus alumnos?  Aunque bueno si el no puede aguantar lo que va a hacer para conseguir más control morirá por su propia mano y yo  no tendré que hacer absolutamente nada,   “quien es mejor que un alma para enseñar sobre almas a otras personas” eso dijo el desgraciado al mandarme aquí,  aunque no se mucho de otras almas aparte de mi,  soy un destripador se supone que debo estar destripando gente.

Cuando por fin llego salió de entre los árboles y se acerco al muchacho rápidamente poniendo su guadaña en el cuello del mismo,  cortando un poco para después tomar la hoja y probar su sangre -Tu sangre sabe horrible, pero tu alma no esta mal,  asi que supongo que tienes algo de potencial muchacho,  al menos Marck sabe elegir a sus discipulos-

Cedric sintió un suave que corte que le hizo casi dar un respingo, pero sabía que si se hubiera movido en aquel momento de una forma brusca, quizás aquella hoja que amenazaba su cuello en aquel instante le hubiese rebanado la vena carótida y aquello hubiera sido un festival de sangre.
Cuando giró su rostro para ver de quién se trataba, vio que era nada mas, y nada menos que aquel profesor al que le había solicitado ayuda; Marck Tepes, conocido como, el shinigami.
Sin embargo, Cedric lo encontraba en actitud, algo diferente a su último encuentro, estaba hablando con un deje bastante diferente al de este, e incluso se había referido a si mismo como Marck.
La verdad es que si hubiera indagado un poco mas en conocer a quién seria su mentor...espera un momento, aquel tipo había dicho que su alma no estaba mal...que tenia potencial...y que Marck sabia escoger a sus discípulos...definitivamente...ahí había algo que no cuadraba.

El albino se pusó en pie con un salto, algo asustado, pero pronto se sereno, no quería parecer un idiota...aunque bueno, seguramente ya habría detectado el cambio...a fin de cuentas aquel hombre era un shinigami y la lectura de las almas eran las suyas.
-¿Profesor Tepes?-pregunto algo confundido, dudaba demasiado que aquel tipo le respondiese que en efecto era él, pero debía intentar saber con quién tendría el gusto de compartir su tarde...o al menos eso le gustaría.

Se acerco a él al oír su pregunta,  odio que me llamen como Marck ¿Cuál es mi nombre? No tengo ninguno,  pero las personas solían llamarme The ripper o Jack a veces,  no tengo idea de porque Jack pero el primero era porque destripaba a todas las victimas que asesinaba,  pero esa época ya acabo aun así decidi conservar el apodo,  después de todo no tenían una manera de referirse a mí,  ¿Por qué comparto cuerpo con Marck?  Naci de la nada,  al principio solo era el arma que Marck usaba para hacer su trabajo de shinigami,  matar personas y todo eso pero una fracción de todas las almas que Marck recolectaba iban a algún lado,  venían a mí al final termine desarrollando mi propia alma con los fragmentos que quedaban de las demás,  formando  así a una persona sedienta de sangre…recuerdo cuando tome el control completo sobre Marck,  asesine a muchas personas durante mucho tiempo,  pero el encontró la manera de zafarse de mi control,   y bueno ahora solo puedo salir cuando le plazca al tonto ese,  aun así la vida actual es muy aburrida,  mientras me confine en mi prisión o guadaña como le quieran decir,   mi sed de sangre desapareció y comencé a desarrollar sentimientos como la ira, la felicidad y la empatía,   esas cosas me ayudaron a comprender lo asquerosos que pueden ser los seres humanos y que por eso necesitan ser purgados de toda la existencia.

-No soy Marck,  el me obligo a mostrarte como mejorar tus poderes con las almas Cedric,  si tienes dudas pregunta antes de comenzar el entrenamiento, una vez empieces no terminaras hasta que termines ¿entendido?-  Dijo sonriendo  mientras se acercaba a el y miraba mas de cerca sus "almas"  -Lindas almas,  bastantes poderosas segun veo,  con esas cosas eres casi tan fuerte como yo,  no como Marck pero como yo si-   dijo mirando su espada  -Guarda tu espada, no necesitaras armas en este entrenamiento-

Se acerco a él lentamente y sonrió, señalo hacia un árbol y luego se aparto de su vista -Vez ese arbol? usa una de tus almas y destruyelo, quiero que el arbol solo sea cenizas o mejor aun que sea como que nunca haya estado alli- dijo sonriendo, si era capaz de destruir ese arbol sin dejar rastro no habria necesidad de entrenamiento de fuerza, pues la fuerza ya la tendria, en ese caso solo le faltaria el control y el como moldear mejor sus habilidades, pero esto no se hace tan facil el usuario y el alma deben estar en completa armonia para que el control este al 100%, lo que es bastante dificil debido a que ambos lados deben estar sincronizados y totalmente de acuerdo en todo, es decir si no hay una confianza mutua entre ambos el control nunca llegara, las almas de Cedric son diferentes a las mias debido a que son mas poderosas y con voluntad y deseos, un alma con pensamientos y deseos es un alma mas dificil de manejar, que no se dejara llevar por un simple contrato, el debe encontrar una manera de consolidar el vinculo que tienen Alma portador.

Se sento debajo de un arbol que habia cerca de el, ahora solo resta observar que hara el joven Cedric, si no destruye el arbol esto se hara bastante largo y cansado, y no queremos eso -Adelante, tu puedes Cedric, te dare una recompensa si lo haces- dijo como si estuviera amaestrando a su perro