No tardó demasiado en dejar todo en orden; es más, siendo como de costumbre un poquito perfeccionista del bolsillo de la chaqueta que traía puesta, sacó un pañuelo con el cual se dedicaría a limpiar un poco el escritorio. No en el sentido de decir que realmente estaba sucio si no que era como una pequeña costumbre, algo que para él eran reflejos inconcientes.

Reim asintió, dejando de limpiar una vez que pensó que ya estaba limpio - Ajáhm. A no ser que tenga otro más...pe..pero sí, a él - Afirmó pasando a descansar sus manos sobre el estomago, con los dedos abrazados entre sí adoptando una postura que indirectamente pedía en suaves gritos "Si necesita algo, no dude en pedirlo".
La segunda pregunta lo dejó pensando un poquito más, dado que apenas conocía realmente bien a Gilbert, pero si de algo estaba un poco más seguro era de que no se llevaban mal, o eso era lo que Bush estaba creyendo, porque las contadas veces que pudieron toparse, le pareció alguien bastante tranquilo y agradable - supongo que sí, por lo poco que hemos tenido oportunidad de topar. Tiene aires de ser un buen muchacho -
Sonrió un poco, ni siquiera tomando en cuenta de la palabra muchacho, desconocía si es que él era mayor o no, pero tampoco era un tema relevante a la situación


Entornó una mirada preocupante, ya que lo que Reim había escuchado eran dos versiones bastante distintas que él recordase. Entre lo bueno y lo malo, era incapaz de creerle a las fuentes que una vez nombraron a Vincent en su presencia. - no creo saber mucho en realidad - Intentó responder de la forma más inmediata mordiendo apenas la punta de los labios. Lo que sabía más concreto era que era pariente de Gilbert, y que pues, es el bibliotecario de la Academia. Lo de más eran hablansas de las cuales prefería no creer.
- Verle es como ver a su hermano, digo... tienen obvias diferencias, pero se ven a la vez bastante iguales - Comentó, luego haciendo ese gesto de que daba la razón.
Muchos juzgaban y hablaban, siempre en general se remarcaba los defectos antes que las virtudes. Pero experiencias también dan a conocer que hay sujetos que de virtudes escasean... - Veré si es que hay libros devueltos. - Lo soltó a los segundos después de la pregunta, como si estuviese programado para ello.
Dio una mirada más al mesón, le sonrió a Vin sin antes de dar una pequeña reverencia para dar media vuelta en dirección al cubículo donde se dejaban los libros de entrega.

Se dio cuenta del poco sentido que tenía la pregunta al serle respondida. Se suponía que era retórica, aunque por el tono empleado hubiese parecido lo contrario. No, no había más hermanos. Eran sólo dos, y eso ya había supuesto una gran sorpresa para el mayor, Gilbert, como para llevarle a más gente... Apenas lo soportaba a él, y menos en sus momentos de locura, en los que deseaba ser felicitado por haber llevado a cabo un maravilloso plan para destrozar cualquier vida ajena. Tal vez podría tener más de un sin problemas si no fuesen como Vincent y sin estar él, pensándolo bien. Tal vez no era tan buen hermano como lo intentaba aparentar.

- Es el único. - Aclaró, sólo por si acaso. Asintió con suavidad al oír el halago hacia el moreno. Por un lado le fascinaba oír ese tipo de cosas, pues así sabía que otros pensaban como él, pero por otro lado le daban unos celos que debía retener para no ir matando a todo aquel que lo nombrase. En su expresión sólo se podía leer la primera parte. - Lo es. - Aseguró en un tono suave. Lo que dudaba era que se considerase un muchacho, ya que era mayor que él y, a su parecer, el contrario. Lo veía más como un hombre, que le sonaba más adulto y maduro.

Con la comparación no tenía dudas: Le encantaba oír ese tipo de cosas. Era un gran halago que los viesen parecidos, al menos para él, y el matiz de la diferencia le hacía creer que era una referencia a que Gilbert carecía de la maldad que él sí que poseía desde hacía ya varios años. En realidad la gran mayoría de las veces se referían al aspecto físico, pues el parecido era obvio, siendo las diferencias principales el cabello, en un caso rubio y largo y en el otro moreno y corto, y el ojo derecho, que Vincent tenía rojo intenso y Gilbert dorado, igual que el izquierdo en ambos casos. También diferían en expresiones y gestos, pues el mayor se mantenía indiferente ante casi todo y se sonrojaba con facilidad, pero eso ya era parte de la psicología.
Estaba claro que se parecían en los bueno, pero en lo malo... Para el menor, su hermano carecía de maldad, definitivamente. El de cabello claro era, irónicamente, la oveja negra de la familia.

- Si necesitas ayuda, puedes pedírsela a tus compañeros. - Los ayudantes. El bibliotecario nada. Aquello había sonado demasiado egoísta, propio de un jefe sediento de poder. - O a mí. - Añadió rápidamente, en un intento de arreglarlo cuanto antes.