En una esquina apartada de esa enorme biblioteca, en un pequeño rincón entre un montón de libros, extrañamente se hallaba la pelirroja. Trató de acomodarse mejor, pero fue inútil. La dura superficie de las estanterías y los libros amenazaban con romper su espalda cuando intentaba recostarse de estos. Al menos el piso estaba recubierto con una suave alfombra que, a su parecer, si fuera un poco más gruesa serviría de una cama exquisita... Si, realmente le encantaban las cosas suaves y afelpadas, pero era un secreto que nadie sabía hasta ahora. Sin embargo, no era tan raro como el motivo que la había llevado a estar más de 2 horas en ese lugar, que si bien no estaba "fuera de su rango", porque no es como si fuera una salvaje troglodita que no sabía ni leer. Si prefería muy por encima los hermosos paisajes exteriores que los fríos interiores. Pero ese día era diferente. Y la historia era bastante curiosa...

Hace unos días, estaba limpiando algunas flores y plantas de los insectos que venían a comérselas y a dañarlas, y fue cuando encontró esta pequeña tarántula. Al contrario de muchos, no le tenía miedo a estos pequeños y peludos seres con ocho patas y varios pares de ojo. Además, la araña había puesto varios huevos en su teleraña, así que pronto saldrían más arañitas. Esa era posiblemente una de las cosas que le interesaría ver. Así que, al final, terminó de alguna manera cuidándola. De otros trabajadores que no la vieran y la expropiaran de su hogar, de estudiantes patosos que pasaban sin fijarse por donde andaban, de mascotas come arañas que se escapaban casualmente de sus amos y se acercaban peligrosamente hacia la pequeña. En fin, de muchas cosas la había protegido... pero ese día había empezado a llover. Ya se había figurado que sucedería, por la humedad que había olido en el aire, así que había tomado un envase de vidrio acrílico y había cambiado cuidadosamente a la araña para alejarla de la lluvia.

Y ahí estaba, en la biblioteca, con una araña dentro de un envase y sus huevos, sintiéndose con unas irresistibles ganas de salir a mojarse en la lluvia... pero no. Suspiró de nuevo, esperando que algo interesante pasara pronto, o que las arañas mutaran misteriosamente y se convirtieran en tarántulas gigantes. Sería entretenido ver a un montón de chicos en la academia enfrentarse a algo.así. Además, si fueran lo suficientemente grandes, sería entretenido montar una. Ya había visto criaturas raras en Caos, pero aún no veía una Tarántula gigante... sus ojos amenazaron con cerrarse, escuchando una extraña melodía, imaginando cuadros y escenas extrañas en su cabeza... E inmediatamente despertó.-¿Qué es eso? ¿De donde viene? -, era muy baja y algo tétrica, una melodía que le daba una sensación de inquietud. Pero aunque escuchaba algo, no lograba ver nada. ¿De dónde provenía?