Un simple Chequeo. [Priv. Gemini]

No era de los sujetos que solían pescar algún resfriado, o tener accidentes laborales de los cuales salga gravemente accidentado, pero había pasado ya bastante tiempo que no habría asistido a algún control médico para ver los estados de salud que tenía ni nada similar . Aunque me sentía en plena forma, y procuraba tener una vida fuera del sedentarismo y hasta una dieta balanceada, nunca se podría estar seguro de sufrir de alguna patología ¿no?.

Debido a las horas de trabajo, se me hizo realmente imposible asistir temprano por la mañana a los centros médicos. A pesar de estar cercanos a los laboratorios, el labor me tenía lo suficientemente ocupado para dejar agendado la visita al médico para un poco más tarde. Pero el día pasaba, y el sol comenzó a bajar con mayor rapidez a medida que el reloj avanzaba, además, estando en las frías épocas de invierno, oscurecía más temprano.

A suertes, en realidad, pude salir del trabajo después de las seis de la tarde, el sol estaba escondiéndose de a pocos, era el color del cálido atardecer que se dejaba ver en los colores blancos de la nieve. Tomé el báculo como de costumbre, arreglé mi gabardina y salí de los laboratorios en dirección al centro médico, esperando que alguno de los doctores estuviese disponible a estas horas, si no, tocaría buscar lugar a otras horas.

Una vez ahí, después de pasar por la recepción parecía que aún había algo de movimiento – Qué alivio – Pensaba mientras iba al cuarto indicado por la recepcionista, adentrándome entre pulcros pasillos blancos, sin ningún color vivo que quitase ese aire de ‘hospital’ al lugar. Situado ya frente a la puerta, di unos pequeños toques a esta misma con los nudillos – ¿Se puede? –

Otro paciente contento con los tratamientos del medico, ayysss, cada dia me sentia mas genial con aquel trabajo, ser tan bueno en la medicina era algo bueno...la verdad es que de vez en cuando venian pacientes muy atractivos, si atractivos, las muejres no eran nada del otro mundo para mi, cuando viajaba con mi maestro, muchas mujeres intentaban lanzarse a sus brazos, y el me enseño que debia ser fria con ellas si no me gustaban...creo que mi maestro fue el primer hombre del que me enamore...si...pero bueno, que se le va a hacer.

Mientras pensaba aquellas cosas agarre el collar que habia pertenecido a mi mentor y sonreia, esperando que su nuevo paciente entrase...¿pero por qué no entraba?..ah es verdad, que no he hablado.
-Adelante-con un tono de voz indiferente dio la orden al paciente mientras este se colocaba sus lentes y acicalaba sus verdosos cabellos-.Tome asiento cuando este preparado, caballero.
¡SI! era la voz de un hombre y la verdad, esperaba que fuese atractivo.

Una vez que escuché la señal, abrí la puerta de forma lenta, asomando a primeras el rostro, más luego entraría completamente, haciendo una pequeña reverencia – Buenas tardes – dije en un tono caballeroso, suave, sin intenciones de decirlo tan alto puesto que era un recinto médico. Observé a quien sería el doctor por unos segundos, era notablemente más altos que él, orbes violetas, una larga cabellera verde, ah, un par de anteojos, los cuales hacían resaltar un poco más sus orbes. – Bueno – respondí a la indicación.

A primeras dejé el báculo recargado cerca de la entrada, en un lugar donde no se cayese y así la esfera de la punta se estropease. Pasé a desprenderme de la gabardina, de la bufanda, de los guantes. En fin, todo lo que indicaba que estaba un poco ‘sobre abrigado’ debido al invierno. Para terminar en la camisa blanca, una pequeña chaqueta sin mangas, el pantalón y pues, aun calzado. Incomodidad no había en nada, puesto que, a mi parecer, habían más confianzas entre hombres que…tener a una doctora. Aunque solo era mostrar la nada misma de piel, claro, pero… ah de saber ¿no? .. –Solo es un chequeo de rutina – le dije observando a los ojos al peliverde con una suave sonrisa, sin querer parecer ‘tan amargado’ como acostumbraba - Y, mis disculpas por venir tan tarde – suspiré suavemente, subiendo a la camilla.

Gemini observaba al recién llegado mientras se colocaba sus lentes con sumo cuidado, a la par que luego le observaba de arriba abajo, si era demasiado guapo, bueno demasiado adorable tambien; a pesar de esa mirada tan triste, era como si aquella mirada ocultase un horrible pasado, pero la verdad era que alli Gemini solo actuaba como medico, si estuviese fuera de su oficio, entonces quizas le ofreceria una cita, o incluso quizas una simple copa en un bar común, con gente de lo más común, pues la verdad era que en todo el día aquel hombre habia resultado ser, el mas interesante de los machos que habian entrado a su consulta en aquel dia.
Y este no venia quejandose de nada, era perfecto, solo a un chequeo, o una lastima, el se lo habria llevado mas lejos, quizas a su habitacion, pero con un rostro tan serio como el que Gemini mostraba.
Inconscientemente, Gemini se habia desabrochado no solo la bata, sino a su vez la camisa de botones que llevaba debajo, dejando ver su torso y abdomen desnudos mientras se acercaba a su paciente.

-Muy bien, preparese pues para el chequeo-susurro con una imparcial voz.

[i]Las orbes de Steven inspeccionaban aquel pulcro lugar. No acostumbraba ir al médico, de hecho, era incapaz de recordar cuando fue la última vez que había ido a una consulta, pero con todo y todo, supuso que al menos iría a hacerse chequeos una vez al mes, desde ahora en adelante.
Haciendo memorias, en parte, supuso que primero sentiría latidos, o cosas por el estilo, por lo que se deshizo de su pequeño chaleco, como también se desabotonó parte de la camisa para abrirla apenas un poco.
Aquello, por obviedad no le daría vergüenza alguna, puesto que estaban entre hombres, además, si se tratase de una doctora tampoco se le haría demasiado diferente, porque vergonzoso no era al menos en ese sentido.

Llamó su atención el hecho de que el peliverde dejó a vista de igual modo aquel torso. Fue, además, inevitable no verlo, pero no con malos ojos, sino más bien, curiosidad por el motivo que lo estaba haciendo. No se incomodó tras la situación, le era exactamente igual. – ¿Qué es lo primero que revisará, doctor? – [i]preguntó , viéndole a los ojos.

Gemini observó al muchacho; la verdad es que como ya habia pensado, era bastante atractivo, sin embargo estaba allí para un chequeo simple. El objetivo de aquel programa de chequeos médicos era proporcionar información útil para diagnosticar precozmente posibles enfermedades e identificar factores de riesgo modificables a todos los habitantes de la cúpula. Todos los chequeos están avalados por la dirección médica de la Accademia, que habia concertado los mejores aparatos de referencia con la tecnología y los tests diagnósticos más avanzados del mercado antes de que la Tierra se fuera al garete.
-Pues depende del chequeo que desee el caballero, tenemos el chequeo Silver; que consiste en pruebas de función renal, hierro,función hepática, perfil lípido, hormonas tiroideas, hematologia, glucosa y orina-comentaba el hombre mientras se acercaba más al muchacho empleando su estetoscopio para posarlo en el pecho del muchacho y escuchar los latidos de su corazón-.Dentro de ese chequeo hacemos pruebas de radiología, cardiología, donde haremos que te hagan pruebas de tipo: ecocardiograma y electrocardiograma. Tambien te mandariamos a hcer pruebas de tipo otorrinilaringologas,oftalmologas y si fueras mujer, ginecologia...pero en fin; dejare de aburrirte y te hare este chequeo, es el mas simple y eficiente de todos los que suelo hacer, ademas a los chicos guapos siempre les viene bien saber como va su salud-se reia el doctor intentando que no se notase que este estaba algo nervioso, sin embargo en su frio y calculador rostro apenas se notaban aquellos gestos de nerviosismo.

Steven clavó la mirada a la contraria, observaba aquel rostro con cierto interés, prestándole toda atención que era posible a lo que se le era explicado. Al menos se estaba dando el tiempo de contarle el programa de chequeo que se estaba efectuando en una especie de detalle. Puesto que no estaba demasiado familiarizado a lo que consistía en el área de la medicina habían diversas cosas que nunca antes había oído, términos que para él no eran útiles en su trabajo, pero si es su status de lengua, por lo cual luego investigaría sobre el asunto y así se informase de mejor forma. Se vio incapaz de preguntarle directamente al doctor .
Aquel artefacto que, en comparación, bien conocía, estaba frío, lo cual hizo que un escalofrío le invadiese otorgando así un pequeño jadeo, una reacción completamente normal. No estaba nervioso, pero debido a aquella reacción producto del frío hizo que su corazón latiese un poco más fuerte de lo usual, más volvió al ritmo al cual siempre estaba – Para nada, no me es aburrido – Informó bajando la mirada viendo el estetoscopio , luego volviendo a subir la mirada a la del peliverde . No supo el por qué la risa que éste daba, Steven tenía un sentido del humor lo bastante apagado como para entender algún chiste, sobre todo si era médico, pero guardó silencio suponiendo que algo le había hecho gracia al contrario – El que sea está bien, supongo –respondió en aquel mismo tono sereno. Estiró un poco su cuerpo, luego dándose cuenta que no había preguntado en la recepción, ni había prestado atención a la puerta, o siquiera a la placa del doctor, por su nombre – Disculpe – alzó un tanto más la voz– ¿Cuál es su nombre? – preguntó al fin esperando la respuesta.
De momento estaba haciendo un buen trabajo, y si todo marcharía bien tomaría la decisión de ir a consultas semanales con el peliverde, en una especie de seguimiento rutinario.

-Para su salud estará mejor hacer el rutinario y mas normal, el Silver podría realizarselo cuando quieras mas adelante, dudo que puedas tener algún problema grave de salud, como bien suelo pensar yo, los muchachos guapos no suelen enfermar-dijo guiñándole un ojo con suavidad y complicidad; no lo hacia como alguien que intentaba ligar, sino mas bien para sacarle una sonrisa a aquel muchacho y verle decorar aquel sereno rostro que tenia.

-Mi nombre, bueno mucha gente suele llamarme Doctor, pero tu puedes llamarme Gemini, o Gem, como prefieras, me es indiferente. Al fin y al cabo es un nombre, ¿no?. Aunque pensándolo bien...-se quedo pensativo apartando el estetoscopio del pecho del muchacho y llevándose una mano a la barbilla, mientras se daba cuenta de que se había estado desnudando inconscientemente otra vez; cosa que hizo que este suspirase profundamente antes de volver a colocarse la ropa con suma paciencia-.Disculpe que haya tenido que ver esto...es una manía que herede de cierto maestro-dijo a modo de disculpa.

-Y usted, ¿tiene algún nombre?, o ¿debo llamarlo para siempre chico guapo?-bromeo el doctor mientras sonreía observando una ficha donde comenzaba a apuntar algunos de los datos del chequeo.

La osadía del doctor hacía que le pareciese bastante cómica la situación. Pero no a una mala manera, claro que no. Steven, por su lado personal, por lo sobrio y serio que solía ser, tenía un sentido del humor bastante agrio, no obstante, fue inexplicable, pero tanto halago hizo que saliese esa modestia, como apeno, de él. Se limitó a encoger levemente los hombros, sonriendo con levedad, desviando la mirada a una de las camillas consecutivas – Puedo venir a las horas que se puedan, después de todo, yo mismo me hago las jornadas laborales – aclaró demostrando que en realidad no le era molestia tener un seguimiento médico adecuado. Como pensaba, mejor prevenir, que lamentar.

Sus orbes carmines se clavaron en las contrarias – Doctor suena demasiado ordinario y común. No obstante, Doctor Gem podría sonar más formal. Ahora, si le llego a ver afueras de su sector laboral, supongo que con “Gem” está bien – esclareció, luego tomando una de esas miradas cuyas denotaban curiosidad al escuchar el detalle curioso. ¿Su complejo de streaper era herencia de alguno de sus superiores?. Negó levemente con el rostro, abrochándose los botones de la camisa – Ross, Steven Ross – terminó por presentarse, nuevamente, sus ojos se clavaron en el peliverde, por cuestión de costumbres.

-Steven Ross, un nombre muy acorde con un rostro tan bello como el vuestro-dijo con una sonrisa en sus labios, era raro que el doctor Gemini sonriese; y se notaba por algunas expresiones de sorpresa que se escuchaban fuera de de su consulta casi todas de mujeres-.Ay que ver con las feminas, unas no entienden que no le gustan las mujeres.
Tras aquellas palabras, el doctor se disculpo un instante, unicamente para abrir la puerta de su consulta y carraspear la garganta.

-Si tienen tanto tiempo para espiar lo que les digo a mis pacientes, por favor, vuelquense en sus pacientes, este hospital esta repleto de heridos y enfermos, asi que ya saben-la voz del amable y frio doctor, sono seria, seca y serena al mismo tiempo una extraña pero efectiva tactica para hacer que las becarias y enfermeras salieran por piernas de su consulta, la cual volvio a cerrar y se limpiaba las gafas con un poco mas de cuidado.

-Lo siento, estas becarias son unas inutiles a veces, piensan mas con su aparato reproductor que con el cerebro que tienen-se reia el doctor mientras se acercaba al muchacha y lo observaba de cerca-.Puedes llamarme como gustes, Gemini, Gem, todos estan bien.
"incluso amor de mi vida" bromeo internamente el doctor.

-Oh, asi que me estas pidiendo una cita, pero que pillin eres, Steven Ross-dijo bromeando el peliverde.

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