El Tigre Blanco y La Amateatsu [Priv. Seika]

Recuerdo del primer mensaje :

De una forma muy extraña había acabado la estancia de John en un pequeño pueblo de la cúpula, pues en cuanto dijo que pertenecía al mundo exterior y que a su vez era un Cazador; comenzaron a tratarle como un apestado. Y el no quería problemas, había oído hablar de un lugar donde la naturaleza parecía estar viva, donde todo era maravilloso.
Por lo que tras despedirse, emprendió un viaje diseñado por el mismo en el mas absoluto de los silencios durante los días grises...un viaje hacia el llamado, Árbol Sagrado. Ya apenas escuchaba la voz de Byakko recordandole que debía ser cauto y seguir protegiendo la naturaleza...aunque...aquello había sido lo primordial siempre para John.

El muchacho de rubios cabellos y verdes orbes hacia complejos cálculos y siguió por largos caminos durante varios días y noches. La niebla era cada vez mas y mas espesa, y parecía que había perdido el rumbo. Los caminos eran cada vez mas peligroso. Pues cada vez aparecían mas caídas al vació.
Y entonces todo fue calma, y por fin llegó a su destino.
Un lugar cuyo suelo era del más puro verde. Posiblemente uno de los rincones mas ocultos de la cúpula.Aquel lugar parecía un sueño para John. La energía del lugar era tal, que desprendía un pequeño y delicado brillo. Y en el centro había un enorme árbol que se perdía en el cielo y se ocultaba con aquella niebla.
-Guau-fue lo único que pudo decir John al ver aquello-.Lo hemos encontrado...Byakko....un lugar donde la naturaleza...es...armoniosa.

John enseguida movió sus manos de un lado a otro a toda velocidad mientras negaba con la cabeza muy rápido, a la vez que se reía.
-No, no, no-decía mientras miraba a Seika transformada-.Sei eres muy linda, estés en la forma que estés, sea una amateratsu, o un halcón-decía poniéndole ejemplos a la muchacha mientras se volvía a sentar, sacando de su maleta su comida favorita...otra vez...una manzana.

-Lo mejor para mantenerse despierto en la cúpula y que no intenten matarte por ser un cazador-Decía sonriendo el muchacho-.No deseo que me echen de la cúpula y ya es cuestión de tiempo que alguien me encuentre y lo intente...así que creo que un día de estos bajare a Italia y pediré ser un refugiado...diciendo que esta ha sido la primera vez que estoy en la cúpula-suspiro el chico-.Pero eso de trabajar...no es lo mio, soy un hombre de acción, me encargo de luchar contra el caos...y aquí no me dejaran...-decía nuevamente...pero esta vez...decepcionado.

Seika escuchaba lo que decía John sintiéndose mal por el, por le mal momento que estaba pasando. No sabía muy bien como ayudarlo, sobretodo porque no tenía ni idea de como funcionaba todo aquello de las personas que vivían en la cúpula y las que no. Como siempre y una vez más Seika maldijo su desinformación que la llevaban a situaciones comprometidas como aquella.

-John, la verdad, no se bien que decirte -dijo Seika sintiéndose un gran pésame en su voz. Aún transformada se acortó en el piso apoyando su hocico en sus patas delanteras y mirando fijamente a John con sus profundos ojos azabache. -La verdad, no logro recordar mucho sobre el exterior de la cúpula aunque se que he estado allí, así que no sabría decirte que lugar es el más indicado para ti -Hizo una pequeña pausa cerrando los ojos y buscando las palabras precisas para expresar lo que quería decir. -Ve hacia donde creas que serás más feliz y haz lo que te haga sentir bien, no importa si los demás opinan diferente a ti, simplemente se tu mismo...John -dijo justo en el momento en el que su cuerpo se recubrió de fuego y al desaparecer cambiar a Seika por aquel Amaterasu.

En aquellos momentos Seika se encontraba sentada en el césped a varios metros de John sonriéndole amigablemente sin saber muy bien si lo que ella quería decirle le había llegado correctamente.

-Un pensamiento es mas fuerte que una espada, Seika-san-Dijo el muchacho mientras suspiraba tras aquellas palabras que ella había dicho, las cuales habían calado en el fondo del corazon del muchacho-.El poder siempre corrompe a las personas...a veces pienso que eso es lo que hizo que empezase abajo la guerra...en mitad de una guerra vivir o morir es cuestión de suerte. En cualquier momento una bola de fuego o una espada pueden matarte...así que solo te queda correr, yo odio la guerra con todas mis fuerzas-decía mirando su espada con cierta nostalgia.

-Perdí a mucha gente importante en ella..bueno...mas bien a una...la otra seguramente sigue viva, si muere entonces no se lo perdonaría...antes debería morir yo que él-decía sonriendo-.Por eso creo que seré valiente y luchare a pesar de que la cúpula no me acepte...por proteger este sitio-dijo sonriendo nuevamente.

-Así podre proteger a mis amigos, por cierto Seika...nunca dejes que nada, ni nadie...corrompa tu buen corazón.

Al escuchar aquellas palabras llenas de nostalgia y dolor Seika se sintió devastada, tan solo con escuchar aquello podía saber que John había pasado por cosas que le habían marcado. Sin embargo Seika no estaba de acuerdo con su forma de ver las cosas, por lo que cuando él terminó de hablar Seika apoyando las manos en el piso y mirando hacia arriba en dirección de la copa del árbol comenzó a hablar.

-¿Sabes algo John? No creo que las cosas sean como tu las vez. Yo creo que hay muchas buenas personas en el mundo, sin embargo dentro de cada una de ellas un atisbo de maldad, de celos o envidia existe. Cada una de ellas es libre de elegir que camino seguir y aquí encontramos el problema -hizo una pequeña pausa para tomar aire ya que la cabeza comenzaba a dolerle un poco, parecía como si algo quisiese llegar hasta ella sin embargo no sabía el que -La debilidad...todos optan por el camino fácil, dejarse guiar por los sentimientos más fuertes y brutales, aquellos que creen que les hará feliz, cuando no es así. Cada persona elige lo que quiere ser, las cosas son así, y siempre han sido así. No son manipulados, ni doblegados por el poder, cada cual elige lo que quiere ser, es su decisión y por tanto, es su responsabilidad -

La voz de Seika sonaba más fría y nostálgica que de costumbre, parecía haberse tomado el tema en serio, quizás demasiado. Su mirada era fría y distante, parecía perderse en la distancia y su tono de voz era como distraído, pero firme.

John le dedico una sonrisa a Seika, aquellas palabras tenían toda la razón del mundo.
Sin embargo la cúpula era un hogar complejo, llegar a las verdades tenia un alto precio. La realidad que muchos como John percibían se construían igual que una obra de teatro. Sólo algunos conseguían ver lo que había detrás del decorado. Y cuando una persona descubre esa nueva realidad su YO podía cambiar de forma drástica.
Daba igual las cosas que John contase, si no lo podía demostrar. Había gente que no creía fácilmente las misma cosas que creía John...o que creyesen las cosas que el había vivido.
John no era en absoluto malo, pero quería que todas las personas que viviesen en la cúpula viviesen tranquilas y si para ello debía ser como hasta el momento ignorando aquella "debilidad" de que Seika hablaba, no haría nada mas que seguir su camino.

-Seika...eres una buena amiga....creo que podre vivir mucho tiempo como un buen amigo para ti.

Seika se alegró mucho al escuchar las palabras de John y se sentía un poco malhumorada debido al tema que habían tratado por lo que con ambas manos abiertas golpeó sus dos mejillas dejándoselas coloradas. Luego se puso en pie y miró sonriente a John.

- Tengo curiosidad por ver que se puede observar desde la copa de este majestuoso árbol, ¿quieres subir conmigo? - Le preguntó la chica alegremente y con una radiante sonrisa. No quería estar desanimada delante de nadie y mucho menos de su primer amigo, ¿qué iba a pensar de ella?.

Mientras esperaba la respuesta de su amigo movía la cola impaciente por saber cual sería el veredicto, aunque la verdad, quisiese el o no ella estaba dispuesta a subir y a descubrir que sus ojos podrían ver desde aquel lugar tan alto. ¿Quizás el bosque entero o algo aún mas grande...la cúpula entera? Fantaseaba Seika imaginándose lugares increíbles.

John escucho la propuesta de la muchacha y asintió ilusionado levantadose del suelo con un salto. El también tenia curiosidad por ver como seria todo desde allá arriba; así que con fuerte decisión miro a Seika, sus verdes orbes estaban encendidos en la mayor de las ilusiones.
-Claro, claro, tengo ganas de ver el hermoso paisaje que regala este árbol sagrado-decía John mientras se acercaba al tronco del fresno y salto agarrándose a algunos orificios del árbol para comenzar a trepar hacia la cima con cuidado, sabiendo que Seika le seguiria.

El rubio tenia que admitir que aquel arbol era realmente grande...demasiado grande, incluso pudo ver a algunas criaturas que alli habitaban, ardillas, pajaros que habian hecho sus nidos en las ramas de aquel precioso arbol. Y cada vez, que John veia aquello, la dulzura y el sentimiento protector que siempre estaba en los ojos del muchacho se iluminaba mas y más.

Seika se emocionó al ver que su amigo la acompañaría en aquella aventura y rápidamente se remangó su kimono para que no se interpusiera en su camino. Vio como rápidamente y con gran agilidad John comenzaba a escalar aquel increíble árbol, sin embargo la joven tuvo que analizar la estructura antes de lanzarse, nunca antes había escalado un árbol tan grande y la verdad aunque no lo fuese admitir un poco de miedo le daba. No era una persona con miedos a las alturas, pero estar ante el peligro de caer y poder morir la hacía cuestionarse el tener un cuidado especial en aquel momento. Cuando encontró los lugares más adecuados para agarrarse y colocar su peso comenzó con su escalada cuando John ya llevaba un buen tramo.

Mientras iba por la mitad del recorrido se paró apoyándose en una rama bastante amplia donde se sentó, aún faltaba mucho para llegar a la copa, sin embargo ya habían sobrepasado el nivel de los árboles del bosque, era increíble lo alto que era. Sin embargo estar allí sentada mirando el horizonte lleno del color verde hizo que la curiosidad de Seika aumentara y comenzara a fantasear sobre lo que encontraría en lo alto de del árbol. *Quizás hay un tesoro, o una recompensa...no, no, seguro que nos harán inmortales* pensaba entusiasmada Seika mientras movía los pies entretenida mirando la vista.

-Hey John, descansemos un rato aquí, hay muy bonitas vistas -le dijo a su amigo, que como siempre iba más adelantado que ella.

John escucho a lo lejos la petición de Seika y al verla apoyada en aquella gran rama; el rubio se dejo caer de golpe hacia una de las ramas que estaban cerca de la amaterasu, la chica estaba maravillada mirando al horizonte; lo que hizo que John dedicase un momento a observar aquel paisaje y sus ojos se centraron en aquel lugar, observando la belleza que aquel lugar le mostraba.
El árbol sagrado...o como así lo llamaban, ¿por qué le habrían puesto aquel nombre a ese freno?...¿quizás era porque tenia un poder infinito?...¿o por qué los dioses lo habrían creado?...
...Bueno "dioses", la famiglia Vongola no eran mas que seres como ellos, o quizás no...o si...bueno como diría alguien del pasado de John...¿quién sabe?.
Habían demasiadas incógnitas en aquella cúpula, pero John no se preocupaba por saber sus grandes secretos, solo disfrutaba de aquel lugar como alguien de allí.

Al ver a John aterrizar en una de las ramas cercanas a la suya Seika sonrió tranquilamente al ver que podría disfrutar de aquella maravillosa vista con alguien, sobre todo con aquel chico, quien había sido su amigo, pero no cualquiera, el primero. En aquellos momentos a medida que miraba el horizonte y los hermosos colores que este nos mostraba Seika sentía que las cosas mejorarían a partir de aquel momento. Sentía que comenzaría a avanzar su vida, que gracias a ese pequeño paso, gracias a lograr hacer su primer amigo podría llegar a hacer más, muchos más y así nunca más estaría sola. Aquella idea hacía sonreír a la joven metamorfa como una tonta mientras miraba el horizonte, y la hacía pensar que quizás aquel árbol de verdad era mágico, y que quizás no se llamaba el 'Árbol Sagrado' simplemente por su altura como en un principio había llegado a creer. Se quedó pensando varios momentos hasta que llegó a una conclusión, la cual quiso compartir con John.

-Tengo una teoría sobre el nombre de este gigantesco árbol -Dijo sonriendo Seika sin apartar la vista del horizonte mientras apoyaba la cabeza en el tronco - El Árbol Sagrado...este nombre pudo haber sido dado debido a que en este lugar suelen pasar cosas mágicas, quizás encuentros inesperados, o situaciones que no habrían sido posible que hubiesen ocurrido en ningún otro lugar -Hizo una pequeña pausa y alzando un dedo continuó -Como por ejemplo, nosotros dos, si no nos hubiésemos encontrado en este lugar quizás nunca habríamos llegado a ser amigos. Tal vez si nos hubiésemos conocido en otro lugar no habríamos hablado y no habría llegado a saber lo bueno que eras -dijo terminando de hablar al sentir una refrescante brisa en su cara.

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