-Se encontraba cerca del lago, sentando con la espalda apoyada en el tronco de un árbol relajado, disfrutando de una interesante lectura usando sus gafas de pasta negra. Vestía una camisa blanca, la cual llevaba remangada casi hasta los codos, pantalones oscuros y zapatos del mismo tono. No se encontraba en aquel lugar por casualidad, esperaba poder encontrarse con cierta chica a la cual le había dejado una nota con antelación, especificando el lugar y la hora-

-Caminaba sin prisas hacia donde el viento la llevaba. Soplaba, extrañamente, en dirección al centro del lago. Llevaba un vestido corto en color negro, sin mangas y ajustado al cuerpo hasta los muslos, además de un par de botas de tacón alto que llegaban a las rodillas. Qué necesidad de, en su día de descanso, tener estar fuera en lugar de estar descansando. Cuando comenzaba a llegar a las orillas del lago, se acercó hasta donde aquel hombre esperaba.-

-No tardo demasiado en notar la presencia de la chica, esbozando una pequeña sonrisa educada, cerrando su libro para dejarlo a un lado, observándole unos segundos en silencio sin apartar su mirada planeada  de su rostro – Llegue a pensar que no vendría – Una suave brisa mecía los largos cabellos oscuros de la chica – Aunque por otro lado, no le veo demasiado contenta por estar aquí – La miraba desde su posición, flexionando su pierna derecha, apoyando el antebrazo en ella- No piensa ponerse cómoda ¿?

-Le observó a medida que cambiaba de posiciones y dejaba su lectura de lado. Escuchando sus palabras sin pronunciar ninguna hasta que llegó a él. Se veía contento pero… ¿siniestro? Tal vez calculador. Como si se trajera algo entre manos.- No suelo faltar a mis citas cuando acepto, es un poco nuevo para mi que te obliguen a aparecer y no quería hacerle perder su tiempo.-Murmuró a pesar de que no se sentía con ánimos de charlar. Con un suspiro, se sentó en el suelo con las piernas flexionadas al lado de su cuerpo y una mano en tierra.- Ha sido una semana agotadora. No he tenido ocasión de dormir en un par de días.-Murmuró como disculpa a su apático estado de ánimo.-

-La observaba a través de aquellas gafas, sin perder en ningún momento su sonrisa ladina carente de emoción, mas solo se trataba de una sonrisa protocolaría sin algún significado – No estaba obligada a aparecer, podría haberme dejado aquí esperando ya que en ningún momento ha aceptado mi invitación – Estiraba su brazo, tomando la mano de la chica con delicadeza, inclinándose para besar sus nudillos- Le agradezco que haya decidido no hacerme perder el tiempo, me alegre verla Alexandra – La miraba sonriendo, esta vez con un toque de diversión en su mirada, soltando su mano volviendo a su posición inicial- Ya veo…parece que no he sido el único con una semana complicada - Se acercaba a ella sujetándola con cuidado para sentarla y acomodarla en su regazo- Si ese es el caso, deberías aprovechar y dormir… Puedes estar tranquila, no haría nada indecente a una chica dormida – Bromeaba aumentando el tamaño de su sonrisa por un momento-

-Asintió.- Lo sé, pero no es mi estilo.-Susurró observando el lago, perdida en su belleza, sintiendo de repente el beso en su mano. Observó aquella acción con curiosidad y serenidad en el rostro. Aunque aquel gesto le agradaba, su estado de humor le obligaba a permanecer inmutable.- También me alegra verle, extrañaba que me llamaran Alexandra, aunque Vyka no me haya molestado por los últimos cientos de años.-Susurró, dejándole hacer, terminando sentada en su regazo, acomodando la nuca en su pecho, descansando sin cerrar los ojos.- Si hicieras algo indecente, supongo que la chica terminaría más despierta que tu mismo.- Aquello le sacó una sonrisa cansada y pequeña mientras observaba el azul del cielo y las nubes en él.-

-No era capaz de adivinar si su gesto le había gustado o le era indiferente, como casi siempre, aquella mujer se mostraba imperturbable e inexpresiva. Mientras ella parecía mas concentraba en el paisaje, el se centraba en ella, en su rostro en sus gestos, deseaba saber lo que pensaba….La sorpresa no tardaba en aparecer cuando escuchaba lo que por tanto tiempo había deseado saber…su nombre. Desviaba la mirada, sin poder evitar reír por un momento, volviendo a fijar sus orbes en ella- Vyka tampoco esta nada mal – Se limito a comentar con una sonrisa de satisfacción. Al tenerla sobre él, acariciaba sus cabellos con mimo, depositaba un suave beso sobre su nuca, recostándose sobre el tronco con la mirada distraída en el cielo- Si la chica no acabase de ese modo, creo que resultaría una autentica decepción y vergüenza, no cree ¿? – Reía continuando con las caricias en su cabello- Espero que ese trabajo que la ha tenido tan ocupada y cansada, no haya sido nada peligroso – Agregaba con cierta preocupación por el bienestar de la chica-

-Sonrió ante su débil contestación. Se preguntaba si estaba demasiado sorprendido como para decir alguno de sus usuales comentarios irreverentes o simplemente le daba igual saber su nombre.- Alexandra me gusta más que Vyka, pero no más que mi nombre real.-Sonrió. Aquello le restaba importancia al hecho de haberle mencionado parte de su nombre. Se dejó hacer. Cada caricia y beso que aquel hombre depositaba en algún lugar de su cuerpo le causaban, en cierta medida, ternura, pero por el otro lado no había nada más que desconfianza y miedo. Que un hombre le acariciara de aquel modo… Simplemente nunca pasaba, exceptuando después del sexo, ahí, era cuestión recurrente, pero aquellas caricias… Cerró los ojos un momento, no quería pensar.- Supongo que sería una vergüenza para usted.-Sonrió. Al abrir los ojos, las hojas de los árboles se imponían sobre ellos.- Por ahora, todo es rutinario y repetitivo. –Suspiró.- Aún nos estamos preparando para lo peor. Esto solo es el inicio.-Cerró de nuevo los ojos, descansando un momento recostada sobre él, cuando habló de nuevo:- ¿Para qué me necesitaba, señor Grey?

-Su sonrisa divertida aumentaba de tamaño de nuevo- Bueno, cuando decida, si es que lo hace, revelarme su nombre real podré opinar, mientras tanto…Le llamare como le apetezca – Que importancia tenía ¿? Ambos eran nombres falsos, de modo que la emoción que pudo sentir en aquel momento se evaporizo tan rápido como vino. Deseaba preguntarle por su vida, tenía curiosidad por llegar a conocerla mejor, pero aquella mujer parecía cerrarse en banda cada vez que lo intentaba, hasta el momento nunca se vio en aquella situación, lo normal era al contrario y aquello lo desconcertaba de algún modo- Una autentica vergüenza – Admitía sonriendo- Que clase de amante sería si no consiguiera despertar a la mujer con la que me acuesto ¿? No creo que fuese uno demasiado bueno – Sus palabras llamaron su atención, perturbando su tranquilidad por un momento – Ocurre algo que deba preocuparme ¿? – Y no solo se refería a él y su hija, ella también le preocupaba- Christian – Le corregía para que le llamase por su nombre y dejase de lado tanto formalismo en ese momento- Tan solo deseaba pasar tiempo con usted – La envolvía con sus brazos, depositando otro beso en su mejilla- Le parece una buena razón ¿?

-No hizo más comentarios sobre su nombre, pero una sonrisa zurcaba sus labios de lado a lado.- Sería usted un amante horrible.-Admitió.- Además de un malísimo doctor.-Rió con suavidad ante aquella afirmación.- Imagínese, no poder despertar a su paciente, que vergüenza.- Bromeó, para que luego su humor se tornara un tanto oscuro, cubriéndolo con su sonrisa.- Solo… que Raven no vaya muy lejos.-Susurró por lo bajo.- Busque un lugar en el que, si tuviese qué, pudiera esconderla y saber que está segura.-Suspiró. Aquel asunto la había mantenido despierta por horas, sin saber como resolverlo. Un suave beso en la mejilla la desconcentró y la desconcertó. Observó los ojos plata con los propios mientras sus labios quedaban ligeramente entreabiertos y sus mejillas se sonrojaban. Aquel… ciertamente, era algo así como su “primer beso”. Asintió a la pregunta, palideciendo más, si es que se podía.- Christian…-Susurró aún sorprendida, a lo que se levantó asustada.- Creo que… sería mejor que me fuera.-Murmuró observando el piso asustada mientras apoyaba una de sus palmas contra la mejilla atentada.-