Un dulce reencuentro [priv. Nerissa]

Otra hora mas que Nero podía emplear para dormir, pues la verdad es que al no saber a que clases debía acudir, el muchacho apenas hacia nada; y cuando tenia clases era con aquel "profesor"/mozalbete llamado Merlín, en serio...quien demonios le ponía de nombre a su hijo Merlín. Bueno a lo que iba; se había acomodado bastante en la azotea para dormir, y para que los profesores no le encontrasen se había colocado en la parte superior de un tejado que había allí.
Sintió pronto como alguien gritaba y le despertaba de su siesta, lo que hizo que el chico de bicolor cabello y heterocratmicos ojos blanco y negro saltase desde su escondite para observar al allí presente, en comparación con él, aquella persona era bastante pequeña y le pareció bastante "adorable", pero el era Nero, el Ser Supremo, y le habían despertado de su siesta.
Sin embargo cuando quiso darse cuenta, alli no habia nadie...una vez despierto, salto de donde se encontraba para dirigirse a las barandillas de la azotea, donde el viento movia su cabello con suavidad,al igual que su querida bufanda, a la par que sus heterocromaticos ojos observaban el cielo siempre azul de la cupula.
-Te echo de menos...dragoncita-Dijo en un suspiro

La joven practicamente nueva en aquel sitio vagaba por los pasillos mirando una tabla de horarios y andaba muy perdida. Era una joven menuda,de cabellos largos y de color azul marino, ojos naranjas como una puesta de sol y muy linda aunque seria. Vestia un traje de estilo marinero azul claro con detalles más oscuros. Andaba erguida y a paso medio pero se detuvo mirando la hoja y luego se acercó a la ventana mirando el cielo, aunque debia ir a clase pues las tenia todas y cada una de ellas, no estaba de humor. Añoraba el ruido del mar, a sus padre, a sus amigos y sobre todo a Nero, su amor de la infancia y único amor.La joven suspiro profundamente y tras mirar al cielo se puso en marcha de nuevo susurrando para si misma.

- Nero donde estaras...te hecho de menos.- abrazo uno de los libros que llevaba en la otra mano agachando la cabeza y suspirando de tanto en tanto pidiendo a todos los dioses poder encontrarse algun dia con su amado. Cuando al fin encontro el aula se metio en esta comenzando la lección que era un toston que no podia con su alma y anduvo con la mirada en las ventanas deseando salir de ahi para ser libre. Al final toco la campana y ella salio con sus compañeros meintras iba a lo suyo sumida en sus pensamientos y no hablaba con nadie, tenia cierto miedo a relacionarse. Una vez en la zona de descanso ella se sento sola a leer su libro y a suspirar por el chico al que amaba

-¡¡¡TODO ESTO ES UNA MIERDA!!!-exclamo con fuerza para que se le escuchase en toda la Academia; se sentía nostálgico, se sentía débil, pero a la vez fuerte, sentía que debía ser mas y mas poderoso para proteger a Nerissa, o para reencontrarse con ella, pero allí solo le enseñaban a usar la magia, o incluso a entrenar su cuerpo...pero el no quería nada de eso. Lo único que Nero deseaba era controlar sus dos contrapartes, la parte Freedom, que representaba su alma de ángel, y a Luci, su parte de demonio. Dos entes que estaban en continua lucha en su interior, que dejaban secuelas en su propio cuerpo, que le daban guerra a todas horas...pero lo mas importante...su parte de demonio que le había poseído mientras era aprisionado por soldados en la guerra que se libraba abajo en la tierra...le habia separado de Nerissa.

-Joder, donde coño estas Neri-susurraba dolido mientras con su inhumana fuerza golpeaba la barandilla y esta se abollaba al contacto con su pierna derecha-.Te echo de menos, extraño tu risa, tu voz, tu olor...todo

La joven oyo el grito y le resultaba ciertamente familiar y luego un fuerte ruido metalico. Pero no sabia si debia ir o no de donde provenia el grito por otro lado comenzabana a cuchichear y ella puso la oreja en la conversacion.
- Ya vuelve a ser es chico de pelo bicolor, siempre armandola.-
- Si no para quieto y siempre saltandose clases, al final expulsaran a Nero..-
Tras oir el nombre salto de la mesa y se acerco a los de los cuchicheos. - Disculpadme donde puedo encontrar a ese tal Nero....- dijo mordiendose los labios ansiosa por saber si era el o no. Los otros la miraron como pensando que estaba loca y digeron que en la azotea estaba siempre que no iba a clase, ella agradecio y se fue a paso ligero y cuando nadie la veia salio corriendo en dirección al tejado como si se le acabase el tiempo. Cuando lelgo se detuvo a tomar aire y veia a un chico a unos metros de ella de cabellos bicolores y...tenia la bufanda, debia ser el, era el...era Nero. Tomo aire y se acerco un poco más casi sin poder hablar y a duras penas dijo el nombre del chico.
- Nero...- susurro de forma dulce y calmada y algo agitada de la amraton que se hizo esperando que fuese el su amor perdido. Las lagrimas sin quererlo comenzaron a brotar de sus ojos caendo por sus mejillas era tanta la tensión que sentia que no lo controlaba, deseaba que fuese el con toda su alma.

De piedra.
Asi se quedo Nero al escuchar aquella dulce voz a su espalda, ¿seria ella?, ¿no seria ella?, ?su mente estaria jugando con el nuevamente?, cuando se giro y la descubrio alli mismo dsescubrio que era real...y no una ilusion de su mente, quiso decir algo...bueno mas bien mucho, tenia muchisimas cosas que decirle. Podria contarle como habia hablado con ella en sus noches solas, podria decirle que todos sus libros, apuntes y blocs de notas estaba lleno de bocetos de ella, de su rostro, de sus hermosos ojos que le habian contemplado cada noche desde las estrellas. Podria confesarle que habia escuchado su voz en el viento cientos de veces, que la habia recordado en todos y cada uno de loslugares mas hermosos que habia visitado...que lahabia echado de menos, intensa, dolorosa y desesperadamente.
Pero la chica que estaba ante el no era la niña que el recordaba, aunque tuviera sus mismos ojos, que todavia irradiaban aquella luz que a Nero leparecia tan especial. El tiempo parecia haber creado una distancia insalvable ente los dos. El chico comprendio que la memoria de ella tal vez no corresponderia a lo que Nerissa era ahora; y tambien supo que aquellos años podrian haber enfriado los sentimientos de su amiga, pues el la habia tratado demasiado mal cuando Luci tomo el control de su cuerpo. Tal vez no le habia perdonado, tal vez le habia olvidado. Quiza incluso...ya tuviera novio. ¿Por qué no?
-¿Ne...Neri...ssa?

La joven se mantuvo en silencio meintras contemplaba ahora a su tan cambiado amigo y amor de la infancia. Tantos años paso llorando por volverlo a ver, tantas noches en las que miraba al cielo buscando su mirada en este, tantos dias buscandolo desesperada por encontrarlo, tantas calidas brisas que traian su nombre escritas en ellas, tantas lunas a las que pedia volverle a ver, tanto era su afán que no supo que decirle. Estaba cambiado a lo mejor se habia olvidado de ella o a lo mejor no recordaba nada de aquellos tiempos juntos donde una sonrisa era lo que necesitaba para seguir viviendo. A lo mejor tenia amigos nuevos o incluso una novia, al pensarlo el corazon se le estremecio y un dolor punzante le atraveso el pecho, pero si Nero era feliz ella tambien. El sonido de la voz del chico la saco del trance, era su dulce voz pero cambiada, ya no era un niño. La chia no espero más y tirando las cosas al suelo corrio hacia el lanzandose a sus brazos abrazandolo entre lagrimas.
- Nero eres tu de verdad....el Nero Tsuki....que estuvo junto a mi...ers tu...- ella se apreto contro el aun llorando no queri separarse por si era un sueño y si lo era no deseaba despertar. Era tan feliz en aquel momento que todo le daba igual, sus modales de señorita, su etiqueta si lo veian, TODO, le improtaba cero, solo queria estar con Nero.

Se habían quedado callados un momento. Fue una mirada intensa, en la que se dijeron mucho de lo que no se atrevían a decir con palabras. Fue un instante mágico, que ninguno de los dos parecía querer romper por nada del mundo. Pero ninguno de los dos se arriesgo tampoco a dar el primer paso, a hablar, a abrazarse con fuerza, pese a que lo estaban deseando con tanta intensidad que les dolía el corazon de solo pensarlo.
Había pasado demasiado tiempo. Y ellos ya no eran unos niños. Las cosas ya no eran tan sencillas, aunque bueno, para aquellos dos, ¿cuando fueron sencillas las cosas?
El abrazo que ella le había dado, perdiendo aquella compostura suya de señorita, que siempre había hecho gracia a Nero, en aquel momento le hizo abrazarla con fuerza.
Nero la miró a los ojos, respiro hondo y le dijo algo que llevaba mucho tiempo queriendo decirle:

-Lo siento, siento haberte dejado sola, siento todo lo que dije. No debería haberlo hecho, pero en aquel momento no era yo...lo siento, dragoncita, de verdad, lo siento.

La joven sintio los brazos del chico alrededor suyo sintiendo toda su calidez, toda su proteccion, todo aquello que de niños perdieron una vez pero ya no lo eran. Eran dos jovenes que se labraron unas vidas alejadas el uno del otro y sin saber si se verian de nuevo. Cuando sus ojos se cruzaron de nuevo los de ellas rezumaban lagrimas aun escuchando cada palabra del chico y negando con fuerza.

- Calla...se que no fue tu culpa siempre quisiste protegerme y ayudar, no negare que me asuste pero sabia que no eras tu quien hablaba y actuaba...no era mi Nero asi que hui como dijiste y espere porder verte de nuevo...espere noches, dias...meses y años. Mirando al horizonte, buscandote entre la gente y cada noche miraba la luna pensando que tu tambien la mirabas sintiendo que eso me concetaba a ti...-

Apoyo la cabeza en el hombro de el apretando y agarrando con fuerza la ropa del joven como si fuese a desaparecer de nuevo y susurro.
- No me dejes nunca más por favor...- su voz se rompio al decir aquellas palabras pues era doloroso el pensar en que no le volveria a ver nunca más y no deseaba perderlo de nuevo.

Las palabras de ella lo dejaron de piedra; ¡jamas se volvería a separar de ella!, ¡jamas!, los bicolores ojos de él, buscaban una forma de tranquilizar el agitado corazón de su amiga, deseaba estrecharla entre sus brazos, besarla, susurrarle que todo saldría bien, que nunca mas volvería a separase de ella. Que también había estado luchando contra toda adversidad con la esperanza de volver a encontrarla algún día entre la multitud...deseando aprender a controlar aquellas dos energías tan diferentes que fluían por su cuerpo y mente para poder estar con ella sin llegar a dañarla.
Al escucharla pedirle aquello realizo un suave gesto que hacia de pequeño con ella, y fue acariciar los cabellos de ella con la yema de sus dedos para recorrer desde su cabello a su nariz y dar un suave toque en la punta de ella mientras sonreía con suavidad. A pesar de lo emotivo que estaba siendo aquello, Nero no podía dejarse llevar por los sentimientos, de los dos el era el mas emocional, pero en aquel momento su amiga necesitaba una sonrisa cálida y dulce.
De esas que solo él sabia darle.

-Jamas me separare de tí, siempre estaré contigo, aunque me separen de ti, aunque intenten que mi corazon se aleje de ti, nunca, nunca, nunca lo harán Dragoncita, soy, y seré todo tuyo, por y para siempre-respondio con suavidad mientras besaba su frente con delicadeza, suavidad y calidez.

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